Archivo de 19 junio, 2008

Jun 19 2008

ESPECIES: LA HERRERA

Publicado por en FORMACION

La pesca de la Herrera es uno de los mayores atractivos de todo el arco mediterráneo, puesto que es una de las especies que más predomina en cuanto a número de individuos y actividad.

Es muy conocida por los pescadores, en concreto centrándonos en la Comunidad Valenciana, podemos decir a ciencia cierta que la mayoría de las capturas en surf-casting son Herreras, y gracias a que su actividad se desarrolla en grupos numerosos, posibilita un buen número de capturas en una misma jornada.

Es el pez comodín, y digo esto porque a todos en alguna ocasión nos ha salvado de hacer un bolo (cero, porra… o como quieras llamarlo).

Pero tan familiar nos suena que sin embargo, por paradójico que parezca, es una gran desconocida en cuanto a su condición biológica, costumbres… y demás características que nos pueden ayudar para tener jornadas de pesca donde nos brinde su presencia.

En primer lugar aclararemos que su nombre científico es Lithognatuhus mormyrus (la primera de las palabras hace honor a su mandíbula, puesto que significa mandíbula de piedra, y que es denominada de muchas formas según el territorio donde estemos pescando:

Andalucía, Canarias y parte del Levante: Herrera.

Asturias y Galia: Erla.

Cantabríia: Erla o Perla.

Cataluña y parte del Levante: Mabre.

Murcia: Mabre, Magre o Mabra.

País Vasco: Ernai Berla o Erla.

Por curiosidad diremos también que en Portugal se le llama Ferrería, en Italia Mormora, en Francia Mourme o Morme y en Reino Unido Striped Bream.

DEFINICIÓN MORFOLÓGICA:

Es un pez que presenta el semblante externo de los espáridos, es por ello que forma parte del grupo de los Perciformes, subgrupo Percoideos, teniendo un cuerpo alargado y ovalado, característica más pronunciada que en el resto de los espáridos, así como comprimido lateralmente, en principio puede llegar a alcanzar hasta los 50 cm de longitud (aunque como en todo hay excepciones que sobrepasan la regla). Su boca la presenta en la parte inferior de la cabeza y en ella podemos encontrar varias filas de dientes: los anterior son los incisivos con una fisonomía cónica, mientras que en la parte posterior nos encontramos los de tipo molar, situándose en la mandíbula superior fila 3 a 6 e inferior filas 2 a 4.

Su ocico es inconfundible, con su típica característica alargada. En la aleta dorsal podemos encontrar 11 o 12 radios espinosos (cada radio es una pieza de su estructura ósea que sujeta las aletas) y 12 o 13 blandos, sin embargo la anal tiene 3 espinosos y 10 o 11 blandos.

Sus ojos son de reducido tamaño, en proporción a su cuerpo, y están dispuestos a ambos lados de la cabeza.

En cuanto a su escamado diremos que sobre la línea lateral presenta entre 59 y 65 escamas.

Su color y librea es gris plata, con una mayor tonalidad oscurecida en la zona dorsal, siendo también una seña de identidad las 14 o 15 bandas transversales que figuran en sus flancos. En la tripa su color es blanco. Y sus aletas son de color blanca y ligeramente grisáceas. Todos estos tonos le ayudan a pasar más desapercibido en el agua.

HÁBITAT, ALIMENTACIÓN, CONSTUMBRES Y DEMÁS DATOS DE INTERÉS:

Principalmente prefiere los fondos arenosos e incluso fangosos, con poca pendiente y no desplazándose en principio muy lejos de la línea costera. El mar óptimo es rizado o incluso calmado, pero sin embargo si presenta fuertes corrientes o mar de fondo mejor dedicarnos a otra especie. Se mueve en bancos numerosos cerca del fondo a menos de 50 metros, y en ocasiones se deja ver entre los estuarios. Siendo muy activa al amanecer y al oscurecer, pero sobretodo encontraras picadas durante toda la noche, que es realmente el momento en que debemos ir en su búsqueda.

Su alimentación se basa en gusanos, moluscos y pequeños crustáceos que no presentan ningún impedimento para sus fuertes molares. Centrándonos en pesca deportiva diremos que el cebo más efectivos, con gran notoriedad, es la lombriz de playa, fácil de encontrar puesto que es distribuida en la mayoría de comercios especializados, aunque tampoco le hace ascos a otros como: pequeñas gambas, quisquillas, titas (para los individuos adultos), mejillones, americano, caracol… en fin, es un pez todo terreno. Y nuestro cebo irá en función de la distancia a pescar, el escenario elegido y sobre todo lo que en ese momento reclame la propia Herrera. También decir que su ocico en forma alargada no es algo ocasional, si no que le sirve para ir rebuscando comida en la arena.

Su periodo reproductivo se centra en las estaciones de primavera y verano, es por ello el porqué de su gran actividad durante los meses estivales, y que las capturas de mayor tamaño se concentran el los meses de invierno.

Una característica singular, que no le corresponde directamente pero que sí presenta muchos individuos, es el típico piojo de mar que encontramos en muchas Herreras. Normalmente se ubica dentro de la boca, incluso en el estómago, pero también es habitual verlo en cualquier otra parte del cuerpo. Y contrariamente a lo que se puede pensar, no forma parte de su alimentación, de echo en absoluto lo come, si no que es un parásito.

La forma de pescarlas variará en función del tamaño, pero sí que debemos de destacar que se mueve en grandes bandadas, en algunos casos de varios cientos, y principalmente agrupadas por tamaños muy similares, por lo que lo ideal, si el mar lo permite, es utilizar volantines de 2 ó 3 anzuelos, para una mayor efectividad, ya que si están activas no será difícil hacer dobletes o incluso tripletes.

En cuanto a la longitud de la cameta… es algo bastante personal, con unos 20 ó 25 centímetros podemos tener capturas sin problemas, pero si lo que buscamos es individuos de un tamaño considerable deberemos utilizar cametas de 1,20 a 1,50 centímetros, en este caso únicamente pescaremos con dos anzuelos máximo.

Los anzuelos irán en función del tamaño que presenten las capturas, aunque en principio como máximo utilizaremos un número 5 para las de mayor tamaño y entre un 6 y 8 para los ejemplares más jóvenes, preferiblemente de pala larga, para evitar que la cameta sufra por el roce de su potente dentadura, aunque claro está que si ha sido clavada en el estómago nos será indiferente el tipo de anzuelo, por ello no debemos de utilizar sedales excesivamente finos, prefiriendo los de diámetro del 20 al 25, con tacto plástico y transparente (como norma general) para tener las máximas garantías. Por supuesto los flourocarbonos están dentro de los garantizados.

Todo esto son simples consejos, que irán condicionados por las condiciones de pesca real: estado climatológico y del mar, tamaño de los individuos… y el menú que en ese momento prefiera.

152 comentarios