SI! Nos acabamos de inventar una palabra nueva y nos hemos quedado tan a gusto.

En el taller de manualidades de este jueves hemos cogido unas pequeñas macetas, las normales y corrientes, las de plástico marrón de toda la vida que desgraciadamente todo lo que tienen de útiles no lo tienen precisamente de estética y les hemos dado vida.

El proceso muy sencillito. El primer paso es decorarlas al gusto, pero a poder ser con colores vivos, para darles un poco más de alegría y sobretodo quitarles ese color marrón de serie, poco sentido tendría utilizar más marrón o colores igual de apagados. Tras dejarlas secar es el momento de sacar la tierra (o sustrato según el hombre de la coleta de Bricomanía) y mancharse de verdad las manos.

Ultimo paso del proceso, plantar la semilla que queramos, en nuestro caso podíamos escoger entre perejil y tomates cherry.

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